La ruda contiene aceites esenciales, alcaloides furoquinólicos y flavonoides que le otorgan sus propiedades.
Contribuye a aumentar el tono de las venas y la resistencia de los capilares, útil para trastornos circulatorios lo que ayuda a aliviar los síntomas y molestias de las varices, arterioesclerosis y dolor de cabeza. Ayuda a reducir el dolor y la inflamación.
Se recomienda para el tratamiento de la psoriasis, eczemas y tras afecciones cutáneas.
Las cumarinas presentes en la ruda, no solo tienen efecto anticoagulante, sino también inmunomoduladoras, con la capacidad de generar un efecto inhibitorio en la formación de algunos tumores.
Los extractos de ruda han demostrado tener actividad antibacteriana, antifúngica frente a algunos tipos de bacterias y hongos.
Los antiespasmódicos sirven para disminuir los efectos de un espasmo no deseado en los diferentes tipos de músculos como, por ejemplo, un espasmo intestinal, éste produce una molestia nerviosa y muy fastidiosa, el antiespasmódico actúa aliviando los síntomas y dolores. Por lo que también contribuye a reducir dolores menstruales y a regular su ciclo.
Adicionalmente contribuye con la cefalea, fiebre, estrés y la gota entre otros beneficios.
Se le atribuye dotes de protección de hogar y para alejar los malos espíritus, se dice que purifica la mente y aleja cualquier rencor.
La ruda es una planta muy rica en compuestos químicos, que usados correctamente y en dosis adecuadas producen muchos beneficios, sin embargo, la ruda nunca debe ser usada en:
Internamente en embarazo o lactancia porque sus principios activos son embriotóxicos (produce hemorragias uterinas y aborto)
Internamente en niños pequeños o jóvenes.
Si tienes daño renal o cardiaco.